
Didáctica de la Filosofía de la Editorial Graó presenta como una guía completa para la enseñanza de la Filosofía en la educación secundaria, enfocándose particularmente en el contexto del currículo español. Es cierto que el currículo va modificándose con las reformas educativas, pero esta guía publicada en el 2010 sigue siendo una fuente valiosa de inspiración para los educadores en el área. Se podrían hacer algunas actualizaciones, no solo en lo que respecta a los contenidos curriculares y enfoques del 2010, ya que hoy en día con la IA inundando el mundo académico se podría tener en consideración algunos que otros aspectos.
A través de ocho capítulos, cada uno escrito por un experto en la materia, el libro explora diferentes aspectos de la didáctica de la Filosofía, desde la relación entre la Filosofía y su enseñanza hasta la planificación de clases, la selección de recursos y la evaluación.
Más allá de la simple transmisión de información, el libro defiende una didáctica constitutiva, en la que la Filosofía se enseña y se aprende como una actividad dinámica y crítica que involucra al alumnado en la reflexión sobre sí mismos y el mundo que les rodea. Este enfoque, que se repite a lo largo de los capítulos, busca romper con la imagen tradicional de la Filosofía como una disciplina abstracta y distante del alumnado, presentándola como una herramienta para comprender y transformar la realidad.
Uno de los puntos fuertes del libro es su carácter práctico. No se limita a exponer teorías pedagógicas, sino que ofrece ejemplos concretos y detallados de actividades, estrategias y recursos que el profesorado puede utilizar en el aula.
A continuación, se presenta un análisis más detallado de los aspectos más relevantes del documento.
Relación entre Filosofía y Didáctica (capítulo 1)
Alberto Revenga, autor del primer capítulo, aborda la compleja relación entre la filosofía y su didáctica. Refuta la idea de que la enseñanza de la filosofía puede ser neutral o puramente técnica, argumentando que la propia filosofía debe reflexionar sobre su enseñanza y que la didáctica, a su vez, debe estar informada por una postura filosófica. Revenga aboga por una didáctica constitutiva que considere al alumnado como sujetos activos en la construcción de su propio pensamiento.
Función docente y enseñanza filosófica (capítulo 2)
José María Gutiérrez, en el segundo capítulo, se centra en la figura del docente y su papel en la enseñanza de la filosofía. Destaca la importancia de la formación continua del profesorado, tanto en el ámbito disciplinar como en el pedagógico. Gutiérrez enfatiza la necesidad de que el profesorado desarrolle competencias específicas para enseñar a pensar filosóficamente, promoviendo la capacidad crítica, la argumentación y el diálogo en el aula.
Sigo viendo crucial el perfil del docente en una asignatura como esta. Mi experiencia me dice que gran parte de la acción educativa tiene más que ver con rasgos de la personalidad y hábitos del propio docente que con la estructura curricular objetiva. No olvidemos que el proceso de aprendizaje por parte del alumnado tiene un alto componente de modelado de la personalidad y del carácter. Un capítulo dedicado a la reflexión sobre quién soy yo como docente, como pensador y como persona es fundamental para mejorar la didáctica de las asignaturas del área.
Evaluación en Filosofía: un proceso integral (capítulo 3)
Julián Arroyo dedica el tercer capítulo a la evaluación en la enseñanza de la filosofía. Se aleja de la visión tradicional de la evaluación como mera calificación, y la presenta como una herramienta integral del proceso de aprendizaje. Destaca la importancia de la evaluación formativa, que acompaña al alumno durante todo el proceso, identificando sus dificultades y proporcionando retroalimentación para la mejora. También se refiere a la evaluación sumativa, que permite comprobar si se han alcanzado los objetivos de aprendizaje al finalizar un periodo determinado.
Didáctica de la Historia de la Filosofía (capítulo 4)
Juan de Dios Lasterra, en el cuarto capítulo, aborda la enseñanza de la Historia de la Filosofía. Propone estrategias para superar la dificultad que supone para el alumnado acercarse a autores y corrientes del pasado, haciéndolos relevantes para su propia experiencia.
Entre las estrategias que propone se encuentran:
- El uso de organizadores previos, que son conceptos o ideas generales que se presentan al alumnado antes de abordar un nuevo tema para facilitar la conexión con sus conocimientos previos.
- El método dialógico, que promueve la participación activa del alumnado en la construcción del conocimiento a través del diálogo y la confrontación de ideas.
- La técnica de zoom, que consiste en abordar el estudio de un autor o corriente desde una perspectiva general para luego profundizar en aspectos específicos, facilitando la comprensión global y el análisis detallado.
En 2024 existen multitud de recursos multimedia (por ejemplo, canales de Youtube especializados) que pueden enriquecer el enfoque didáctico y en apoyo a la docencia que Juan de Dios plantea en este capítulo.
Didáctica de la Filosofía y Ciudadanía (capítulos 5, 6 y 7)
Los capítulos quinto, sexto y séptimo se centran en la enseñanza de la Filosofía, la Ética y la Ciudadanía, áreas que, según el currículum español (2010), se encuentran estrechamente relacionadas. Se propone un enfoque práctico y participativo, en el que se anima al alumnado a reflexionar sobre problemáticas sociales, valores éticos y su papel como ciudadanos.
El libro ofrece ejemplos de actividades para el aula como:
- El análisis de películas desde una perspectiva ética y ciudadana.
- La elaboración de disertaciones y debates sobre temas de actualidad.
- La creación de proyectos de investigación sobre derechos humanos.
- El análisis crítico de letras de canciones de rap que abordan problemáticas sociales.
Aunque en 2024 se ha modificado el enfoque y contenidos de Ciudadanía, creo que es bueno tener nociones de la enseñanza de este área ya que es común en los centros tener planes de convivencia y otras actividades extracurriculares para el refuerzo de la educación cívica.
Didáctica de la Historia y Cultura de las Religiones (capítulo 8)
El último capítulo, a cargo de Jesús Pichel, se centra en la enseñanza de la Historia y Cultura de las Religiones. El autor defiende un enfoque laico y respetuoso con la diversidad religiosa, que permita al alumnado comprender el fenómeno religioso en sus diferentes manifestaciones a lo largo de la historia y en el mundo actual.
En resumen, este libro es una invitación a repensar la enseñanza de la Filosofía, no como la mera transmisión de un saber estático, sino como un espacio de diálogo, reflexión crítica y construcción colectiva del conocimiento. Si tuviera que reseñar algún punto de mejora sería el tipo de lenguaje que a veces se utiliza. Creo que se pueden explicar las cosas de manera más sencilla. Adicionalmente, no estaría mal una actualización en función de las novedades curriculares. Creo que es esencial la actualización de guías didácticas cada vez que hay novedades legislativas: por ejemplo, la inclusión de situaciones de aprendizaje en la guía sería un punto muy positivo.