Home » Evaluación de la práctica docente mediante el modelo SRK

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SRK - Grado de conciencia - Ignacio Hernández Antón

El marco SRK (Skills, Rules, Knowledge) de Rasmussen puede aplicarse a la gestión escolar para comprender y actuar mejor los procesos cognitivos y acciones de los docentes. No debe confundirse con los OKR (Objetives and Key Results) que menciono en otros post. Con el modelo SRK, podemos categorizar el rendimiento de los profesores en tres tipos según el control consciente cognitivo y su grado de implicación. Es decir, estructura la práctica de cada educador según cierto grado de experiencia. Cuanto más experiencia se tiene, más habilidoso, normalmente, se es y más automáticamente se realizan los procesos y actividades del día a día. Esto no significa que se hagan adecuadamente, sino que se necesita menos esfuerzo consciente. 

Normalmente, los que empiezan suelen estar muy atentos a «hacer las cosas bien» ya que solo poseen cierto conocimiento más bien teórico de la práctica educativa y del trato con alumnos. A la vez que se va teniendo contacto con la realidad de la educación, se van creando reglas y patrones que se automatizan junto con los usos, estándares y costumbres que se adquieren en el día a día de las clases y de las gestiones académicas. Un perfil intermedio consultará normas escritas, preguntará por estándares o procedimientos comunes para asegurarse de que su rendimiento es «conforme a lo esperado». Un perfil veterano, ha automatizado muchos conocimientos, prácticas y procedimientos (a veces inadecuadamente) y realiza actividades son un alto grado de competencia y habilidad. 

Hay que subrayar que en prácticamente ninguna persona se dan perfiles puros sino mezclas y que la tarea de la gestión de personas consiste en determinar para cada educador donde se encuentra respecto a los retos de su día a día en su centro educativo. 

Veamos qué significa cada uno de los tres elementos SRK aplicados a la evaluación del rendimiento docente. A primera vista, puede parecer demasiado técnico para los responsables de centro o para quien se encargue de la evaluación del desempeño, pero realmente no tiene mucho misterio. Desde mi experiencia, diferenciando bien entre los tres elementos y traduciendo cada uno de ello a concreciones en el ámbito de aplicación se hace mucho más fácil. 

¿Por qué es una herramienta útil en la evaluación de la práctica docente? Primero de todo porque es una herramienta probada en otros sectores de alta complejidad operacional e incluso críticos desde el punto de vista de la seguridad nacional como puede ser la aviación o el control aéreo. Asimismo, es útil porque es sencillo y a la vez riguroso desde el punto de vista de la psicología organizacional. Y si tengo que señalar una última ventaja es que el modelo establece tres áreas en el rendimiento que requieren estrategias de intervención diferenciadas y permite llevar a cabo un liderazgo más adaptativo y situacional dentro de un sencillo marco de gestión de las personas que se puede entender por prácticamente todo equipo de trabajo. 

Práctica docente basada en conocimiento (K)

SRK - K - Ignacio Hernández Antón

Este nivel implica actividades que requieren alto grado de pensamiento consciente y la persona necesita considerar pausadamente alternativas y complejidades. En el sector educativo se corresponde con la comprensión teórica de la didáctica y de los fundamentos pedagógicos del proceso de enseñanza y aprendizaje, con el dominio de la materia, y la familiarización inicial de todos los procesos administrativos y auxiliares que conlleva la enseñanza.

La comprensión teórica de la didáctica y de los fundamentos del proceso de enseñanza y aprendizaje incluye el conocimiento de diferentes teorías educativas como el constructivismo, el conductismo, la psicología cognitiva, la teoría social, el aprendizaje situacional o el aprendizaje experiencial por poner algunos ejemplos; asimismo incluye el conocimiento de los rudimentos de técnicas y estrategias didácticas como el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje servicio o el aprendizaje cooperativo. Los docentes deben entender cómo estas teorías se aplican en el aula y cómo afectan al aprendizaje de los estudiantes. No se trata, obviamente, de que los profesores tengan un doctorado en las teorías del aprendizaje, pero sí que al menos estén familiarizados con conceptos básicos y sepan discriminar cierto tipo de detalles del corpus científico de las Ciencias de la Educación. Personalmente pienso, que el exceso de teorización crea esquemas mentales inaplicables y prácticas educativas muy cuestionables en el profesor promedio. 

El dominio de las materias (en plural) en las que se especializa el docente. Sobra decir esto, ¿verdad? Ya sé que la asignación de materias varia curso tras curso y que es muy difícil ser especialista en varias áreas de conocimiento a la vez. De nuevo, no se trata de ser un/a PhD en las materias impartidas, pero los docentes nos movemos en el ámbito del conocimiento y este requiere la profundización continua. Dejar los estudios tras la carrera o tras las oposiciones, es dejar a los alumnos de lado. Los alumnos, cada uno a su nivel, necesitan referencias sólidas dentro de cada rama del saber que sepan adaptar las complejidades de cada área de conocimiento a su nivel educativo. El responsable de evaluación del desempeño docente ha de cuidar de que los alumnos tengan dichas referencias y a personas, que más allá de haber demostrado en unas pruebas exigentes unos conocimientos, están en continua autoexigencia académica. Esto implica, por parte de los responsables de personas, saber evaluar el conocimiento de otros sin ser expertos y obtener una comprensión profunda sobre las habilidades del docente para explicar conceptos complejos de múltiples maneras, anticipar malentendidos comunes y conectar su materia con otras disciplinas. Hay que preguntar al alumnado, pero hay que ser conscientes de que la visión de la profesionalidad de estos puede estar sesgada. 

Como responsables del claustro es necesario que comprobemos e indaguemos sobre el conocimiento que tienen los docentes sobre el desarrollo cognitivo, emocional y social de los estudiantes, es decir sobre los aspectos básicos de la normativa educativa y marco regulador. Los educadores ejercemos nuestra profesión dentro de un entorno altamente reglamentado (por suerte o por desgracia) y en constante cambio normativo. La actividad educativa diaria tiene cierto grado de libertad (libertad de cátedra) pero en términos generales la administración educativa da pautas muchos procesos. Entiendo que esto puede ser abrumador y ser percibido como un obstáculo al verdadero quehacer de los educadores que acompañar a sus alumnos en el aprendizaje, pero cierto conocimiento de los procesos reglados es necesario y, además, evita problemas de incumplimiento y garantiza el compliance de la institución o centro ante la sociedad y la inspección educativa. 

Práctica docente basada en reglas (R)

SRK - R - Ignacio Hernández Antón

En este nivel, las acciones están guiadas por conjuntos de reglas o procedimientos. En la enseñanza, esto comprende la aplicación de metodologías de enseñanza establecidas, enfoques de aprendizaje y técnicas de gestión del aula, la ejecución de los principios del PEC, llevar a cabo la PD (Planificación Didáctica), la gestión y tramitación de procedimientos burocráticos basados en estándares y procedimientos regulados y, en general, todo aquello que como educadores necesitamos no solo conocer (K) que existen normas y procedimientos, sino que los llevamos a cabo observándolos con regularidad. En esta dimensión de la práctica docente basada en reglas, el/la responsable de centro ha de tener en cuenta que los docentes necesitan la consulta regular. 

Normalmente, los perfiles de experiencia intermedia suelen tener un conocimiento básico del mundo educativo ya establecido que permite ejercer con cierta autonomía y ausencia de tutela. Cuando tenemos cierto conocimiento solemos saber donde acudir en caso de tener dudas: estándares, costumbres, buenas prácticas, es decir a sitios donde existen normas o patrones que con nuestro conocimiento podemos refinar y resolver los retos del día a día. Por ejemplo, sabiendo las partes de un sistema de evaluación, podemos consultar la normativa que nos dice cómo registrar la evaluación por competencias o cómo se calcula la nota de acceso a la universidad para nuestros alumnos. En este caso estaremos ante perfiles que basan su práctica docente principalmente en reglas y que tienen cierto grado de autonomía y capacidad de interpretación de los retos educativos. 

Las normas de clase o de centro, el plan de convivencia, la normativa académica oficial, los documentos de centro (PEC, RRI, etc.), las instrucciones e incluso los emails o bases de conocimientos que pueda tener el centro son de consulta regular para aquello perfiles que tienen cierto desempeño pero van puliendo dudas o refinando su práctica educativa con apoyo de la documentación y normativa. Asimismo, este tipo de rendimiento usa frecuentemente fuentes específicas que documenten prácticas de metodologías de enseñanza, enfoques de aprendizaje y documentación sobre gestión de aula. 

Práctica docente basada en habilidades (S)
SRK - S - Ignacio Hernández Antón

Cuando se desarrolla un paquete de competencias docentes, estamos ante perfiles habilidosos que resuelven la gran mayoría de retos educativos del día a día de manera eficaz y eficiente. En este nivel vemos acciones automáticas e intuitivas que no requieren un proceso consciente reflexivo. La competencia se basa en un grado alto de experiencia y veteranía que permite afrontar retos de organización educativa, conflictos y temas de gran alcance con madurez y profesionalidad. En la enseñanza en clase, hablamos de la ejecución de técnicas de enseñanza bien probadas y adaptadas a la personalidad del docente. En la gestión y administración académica, nos referimos a la toma de decisiones rápida en respuesta a las necesidades de los estudiantes, familias y de otras partes interesas, y la capacidad de flexibilizar adecuadamente las respuestas sobre la marcha.

Es importante subrayar aquí que hay que tener cuidado con la identificación entre veteranía y buenas prácticas. La realidad educativa cambia con el tiempo, mucho profesionales veteranos, desgraciadamente, llegan a pensar que actualizarse no les toca o simplemente se acomodan. Los réditos pasados son valioso, ¡como no!, pero hay que tener en cuenta que la profesión docente está en continua actualización y que las generaciones de alumnos van cambiando sus necesidades, sus entornos y los retos que afrontarán en el futuro. De la mayoría de docentes veteranos normalmente siempre hay algo que aprender, pero sobre todo de aquellos que saben reciclarse y adaptar las prácticas a los nuevos retos. Las habilidades suelen tener un contexto, un dominio de aplicación en las que se demuestra su utilidad y se automatizan inconscientemente; es por esto que si dicho contexto cambia, tienen que refinarse.  

Aplicación del marco SRK

Desde un punto de vista de la dirección de centros educativos, el marco SRK puede utilizarse para diseñar programas de formación, dar feedback sobre el rendimiento y establecer políticas contractuales. Los programas de formación para profesores pueden diseñarse para abordar cada una de las carencias de habilidades, la necesidad de aplicar (nuevas) reglas/normas y compartir y optimizar el conocimiento y la experiencia educativa del profesor. La formación basada en el conocimiento puro puede Incluir talleres y seminarios sobre las últimas investigaciones en pedagogía, actualizaciones en el contenido de las materias, y tendencias actuales en educación. La formación basada en reglas para ofrecer capacitación en nuevas metodologías de enseñanza, técnicas de gestión del aula, y protocolos escolares. Formación basada en habilidades puede proporcionar oportunidades para la práctica y el refinamiento de técnicas de enseñanza a través de micro-enseñanza, coaching entre pares, y simulaciones de aula. Es esencial las conversaciones de desarrollo profesional mediante la retroalimentación y reconocimientos. Los responsables de centro pueden enfocar el desarrollo profesional del personal docente utilizando metodologías de retroalimentación para activar las mejores prácticas de los profesores y el personal administrativo. Esto anima a los profesores y administradores a profundizar en su conocimiento, refinar sus reglas y estrategias, y mejorar sus habilidades con el tiempo. Conversaciones para establecer diálogos regulares con los docentes para discutir sus objetivos profesionales, desafíos y logros. Estas conversaciones pueden estructurarse en torno a los tres niveles del marco SRK. 

Mejorar la gestión del aula

Ayudar a los profesores a comprender los aspectos automáticos y basados en reglas de la gestión del aula. Los gerentes pueden ayudarles a desarrollar rutinas y procedimientos que se vuelvan automáticos, liberando recursos cognitivos para la toma de decisiones más complejas.

  • Identificación de prácticas efectivas: Trabajar con los docentes para identificar qué aspectos de su gestión del aula funcionan bien y por qué, categorizándolos según el marco SRK.
  • Desarrollo de protocolos: Crear guías claras para situaciones comunes en el aula, ayudando a los docentes a desarrollar respuestas automáticas efectivas.
  • Reflexión y mejora continua: Implementar un proceso de reflexión regular donde los docentes puedan analizar su práctica en términos de conocimiento, reglas y habilidades, identificando áreas de mejora.

Referencias